Alquiler de barcos en Sète

Set se considera un balneario, la longitud de las playas nominalmente urbanas supera los 12 km, pero solo hay dos de ellas en el centro de la ciudad: las playas de Lazaret y La Corniche son adecuadas para familias con niños pequeños, estas playas están protegidas de las olas por rompeolas, las playas son de arena fina y agua, zonas de baño especialmente valladas para niños, hoteles y restaurantes cerca de las playas. Pero ya para la Plage des Quilles y Plage Baleine que se extienden por todo el asador, debe subirse a un yate alquilado en Sete, estas playas son una franja de arena recta y ancha de unos 10 km de largo, están abiertas al Golfo de Lyon, su infraestructura bastante modesto, es mejor llevar todo lo que necesita. Las playas son ideales para practicar esquí acuático, kitesurf y otros deportes acuáticos.

Seth sigue siendo principalmente un puerto, es una ciudad relativamente grande ubicada en la región histórica de Languedoc, que jugó un papel importante en la formación del estado francés y la iglesia cristiana moderna, Languedoc a principios del siglo XII. se convirtió en la arena de la cruzada albigense, a 200 km al oeste de Set se encuentra la roca del castillo de Montsegur, donde se vio por última vez el Santo Grial. Es mejor explorar las vistas de los alrededores en un yate alquilado en Sete: lo llevará rápidamente al lugar deseado en la costa, desde donde es más fácil llegar a lugares memorables. En la ciudad misma, debe hacer un viaje en un yate a lo largo de los canales, observar el barrio de pesca en Short Spit, visitar el teatro Moliere, subir la colina de Mont-Saint-Clair. Desde la fundación del puerto en 1666 por Luis XIV, la fiesta de Les Joutes ha sido popular en Sete, una especie de torneo de caballeros en el agua, donde los caballos son reemplazados por botes y las lanzas de los "caballeros" no tienen sentido.

Al alquilar un yate en Sete, puede hacer una corta caminata hacia el oeste hasta Agde, la ciudad más antigua de Francia y más allá de la frontera española y las escarpadas orillas de los Pirineos. Desde Sete, también puede hacer un viaje por mar hacia el este hasta Marsella.

Además de los lugares de interés de Sete, la cocina local merece atención; ha combinado el Languedoc y las tradiciones italianas gracias a la afluencia de inmigrantes desde la fundación de la ciudad. Los vinos de Languedoc también merecen atención.